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  Modelos básicos de orientación: counselling, programas, consultas
 

Modelo de Consultas

          El modelo de consulta trata de capacitar a las personas que demandan este servicio (normalmente maestros y tutores) para que sean ellos/as quienes realicen las intervenciones de orientación. En este modelo el consultor es considerado un formador de formadores y de padres, así como un impulsor de la estructura funcional de la organización educativa. Esto se pone de manifiesto en las fases habituales de intervención del modelo: establecer las relaciones adecuadas, realizar los procesos y analizar el impacto de las acciones.

     Este modelo surge vinculado al ámbito de la salud, si bien su desarrollo se produce en tres campos:

     • Salud mental. Campo impulsado por Caplan (1970), entendiendo la consulta como un proceso de interacción entre dos profesionales con la intención de resolver un problema. Aunque la consulta se realiza entre iguales, la acción está dirigida a solucionar el problema, no a intervenir sobre la persona que presenta el problema, sino sobre éste directamente. Intervención proactiva y preventiva. Esta forma de entender la consulta derivó en dos submodelos, el clínico y el conductual.

  1. El submodelo clínico está centrado en el cambio de actitud de las personas y mantiene una perspectiva terapéutica.
  2. El submodelo conductual se centra en la modificación de conducta, y su finalidad es tanto terapéutica como preventiva y de desarrollo de la persona.

     • Desde las organizaciones: Desarrollado por Lippit en la década de los cincuenta del siglo pasado. Concibe al consultor como un agente externo a la acción, que se centra en el desarrollo de la persona en el mundo escolar así como en la transmisión de valores. Su actividad es desarrollar para prevenir, a través de la mejora del clima.

     • Ámbito educativo: Destaca la figura de Patonillet (1975) para quién el consultor es un profesional que promueve el trabajo colaborativo entre todos los agentes implicados en el desarrollo del alumno/a. Este submodelo tiene un carácter preventivo, remedial y dirigido al desarrollo. Además contextualiza la intervención en lo educativo, se preocupa por los elementos afectivos, y utiliza procedimientos de modificación de conducta y desarrollo de las organizaciones.


Modelo de Counselling

     En la década de los 30 del siglo XX, aparece el término “counseling” (asesoramiento) pasando a  utilizarse con el término que hasta el momento dominaba el ámbito de la orientación educativa (guidance o dirección, aunque con el sentido de dirigir u orientar). La utilización del término counseling responde a un intento de especialización, aunque vinculada inicialmente al campo de las ciencias de la salud y sobre todo a las teorías psicológicas de la personalidad.        
     Dentro del counseling se han desarrollado dos perspectivas básicas:

  •  Perspectiva vocacional: Se sustenta en la teoría de la psicología diferencial y el diagnóstico psicológico. Fomentan la personalización de la orientación vocacional. El procedimiento de intervención orientativa se inicia con el diagnóstico pasando al consejo y por último al seguimiento de los resultados obtenidos.
  • Perspectiva terapéutica: Se basa en la “terapia centrada en el cliente” de Carl Rogers que permanece al margen de la visión médica o psicoanalítica. Esta perspectiva sustituye el diagnóstico por la entrevista como sistema de recogida de información para el proceso de orientación.

     El concepto de counseling ha ido evolucionando, tal como puede comprobarse al comparar las distintas definiciones que los autores han ido aportando. A pesar de esta evolución y las distintas definiciones, la mayoría suelen coincidir en estos elementos básicos:

  •  Tiene como objetivo principal ayudar a tomar decisiones personales.
  •  Implica un proceso de aprendizaje.

     Todo ello podría resumirse en unas características esenciales del modelo:

  • Modelo relacionado con las teorías psicodinámicas de la personalidad y de la salud mental.
  •  Intervención directa e individual.
  •  Objetivo: Resolución de un problema (carácter terapéutico y remedial).

     La utilización del término counseling conlleva el uso del término como referencia al psicoanálisis con la intervención psicoterapéutica. Por otro lado, las propias características del modelo pueden dar pie a confundirlo directamente con la psicoterapia, por lo que para evitar estos errores, puede ser útil tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  •  Counseling vs psicoterapia: La psicoterapia trata trastornos conductuales de relativa severidad (depresión, anorexia, dificultades de aprendizaje, etc.) mientras que el counseling se centra en problemas de la persona vinculados principalmente al ámbito escolar, y relativos a valores, actitudes, decisiones, etc.
  • Counseling vs orientación: Con relación a la orientación existen tres posturas:
  1. Counseling como una técnica más de la orientación.
  2. Counseling como conjunto de actividades de asesoramiento que realiza el psicopedagogo/pedagogo en un centro escolar, mientras que realmente orientar lo hace el tutor o profesor.
  3. La distinción entre counseling y orientación es inútil, puesto que la orientación es una actividad compleja que implica dos tipos de intervención, la directa sobre los sujetos (sería el counseling) y la indirecta sobre el centro educativo, escuela, familia, etc. (al que se referiría con la expresión guidance).Este modelo tiene la virtud de atender las demandas individuales, pero no es capaz de poner en marcha los recursos necesarios para generalizar los beneficios al grupo social ni a las instituciones.

Modelo de Programas

       El modelo de programas aparece como un intento de superar las deficiencias de los modelos anteriores, más tradicionales y más antiguos en el tiempo. Este modelo es considerado un resultado natural de la evolución en la reflexión sobre la orientación educativa, así como el resultado por adecuarse a los contextos educativos contemporáneos. Se basa en la intervención por programas, por lo que resulta relevante entender qué se entiende por programa.

     Las respuestas son muy diversas, pero suelen coincidir en los siguientes puntos:

  • Actividad planificada.
  • Se aplica en un contexto determinado.
  •  Se diseña y realiza con la intención de obtener unos objetivos concretos. Se diseña a partir de la identificación de unas necesidades concretas (diagnóstico de necesidades).

    Este modelo de programas  presenta una serie de características que lo diferencian de modelos previos:

  •  La intervención que promueve es directa, es decir, sobre las personas o grupo de interés, si bien puede solicitar la colaboración de cualquier agente para conseguir los objetivos del programa.
  •   El programa se suele diseñar para un grupo de sujetos, aunque con pretensiones de que los resultados puedan alcanzar a todo el alumnado.
  •  El elemento primario es el conjunto de necesidades diagnosticadas inicialmente, a partir de las cuales se planifican las acciones, sistematizándolas y contextulizándolas.
  •  La evaluación es una parte más de la acción, acompañando a la intervención en todo momento.

    Estas características hacen que el modelo genere una serie de ventajas sobre los anteriores:

  •  Permite establecer prioridades de intervención, a partir de los resultados obtenidos en el diagnóstico de necesidades.
  •  Fomenta la reflexión crítica de la propia intervención basándose en los resultados generados en la evaluación.
  •  Cuando se extienden los resultados de la intervención alcanzan a un amplio número de personas.
  •  Promueve un sistema de trabajo basado en la cooperación y la colaboración.

     No obstante, este modelo no es la panacea de la acción orientadora. Como cualquier otra actividad genera una serie de problemas, algunos derivados de la realidad del sistema educativo, y otros de la propia naturaleza del modelo. La Orientación basada en Programas se enfrenta a la falta de implicación de los agentes activos de la orientación. En la mayoría de las ocasiones se debe a la falta de recursos temporales y materiales para poder afrontar el cambio que exige este modelo de trabajo holístico. Sin duda, la existencia de una infinidad de tareas cotidianas, la inexistencia de espacios de encuentro que permitan el trabajo colaborativo, así como un número incontable de factores fomentan esta situación. Igualmente se requiere un compromiso por la formación y la autoformación de todos los agentes educativos, de manera que la acción orientadora tenga un carácter programático y no se reduzca a actuaciones “deshilachadas” a lo largo de la carrera académica del alumnado.

     El modelo de programas requiere de unos mínimos para su buen funcionamiento:

  • Compromiso del centro formativo por desarrollar el modelo.
  • Implicación de todos los agentes del centro por llevar buen puerto este sistema de trabajo.
  • Existencia de recursos humanos y materiales suficientes. Por lo menos un especialista que promueva la planificación de la acción, apoye su desenvolvimiento, y su evaluación así como espacios adecuados.
  •  Implicarse en un trabajo colaborativo donde se ponga el máximo esfuerzo en obtener resultados de la función autocrítica.
 
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